Noticia publicada el lunes, 20 de diciembre de 2021

MARTHA OLGA GARCÍA (1940-2021), UNA MUJER DE LA REPÚBLICA, SE HA IDO AL CIELO
MARTHA OLGA GARCÍA (1940-2021), UNA MUJER DE LA REPÚBLICA, SE HA IDO AL CIELO


…Increíblemente bellísima de alma, de espíritu y de nobleza humana.

Se ha ido al cielo, Martha Olga García, una protagonista esencial de una generación que hizo posible que la patria de levantara de las cenizas fratricidas del 65, omnisciente, pensadora, dueña de palabras sabias que animaban a escucharla con atención, porque sostenía su verbo en el conocimiento, en la verdad, en la categorización pura, en el lenguaje racional. 

Se ha ido al cielo, Martha Olga García, una mujer sin ningún artificio de vanidad; focalizada en hacer grandes transformaciones para que se comprendiera que el Estado de derecho es la única realidad que hace posible la armonía de los conciudadanos de una Nación -como la nuestra- donde lo insólito, lo onírico, lo telúrico y lo sincrético coexisten como identidad de la dominicanidad. 

Se ha ido al cielo Martha, Martha Olga García, dejando plasmada su «historia del tiempo anterior», la de sus ancestros, la de su existencia consciente de sus deberes desde el momento que no quiso ser una mujer fragmentada, sino una mujer erguida que construyó su vida desde el discurso de lo femenino y feminista. Es Martha, la mujer de más alta jerarquía ética que he conocido, con una aureola de sabiduría sobre tantos diversos temas que, nos asombraba con la autoridad que da la certeza de haber leído, vivido, sufrido, y angustiarse existencialmente por el destino de quienes menos poseen para su subsistencia. 

Podríamos hacer una larga lista de logros, conquistas y éxitos profesionales de Martha, que nos revelarían sus extraordinarios dones como investigadora, socióloga, jurista, doctrinaria y militante del humanismo crítico, que nos traerían a la memoria cómo las arrugas del tiempo se convierten en el espejo que revelan haber vivido dándole significado al destino que se escoge.

Se ha ido al cielo, Martha Olga García, una madre de entrega generosa y de sublime amor; de afecto sincero con los suyos y para los suyos; que hizo de su fe en el Orden Infinito, un apostolado discreto de servicio caritativo; que tuvo una personalidad plena y sin ningún tipo de prejuicios hacia los demás; una mujer que siendo cientista sabía que a su alrededor todo tenía un significado místico. Por eso se eleva al cielo para que, al igual que el conjunto de nacimientos que coleccionada y eran su deleite, de la Divina Familia, darnos su bendición, rogándonos conformidad ante su partida, diciéndonos que hagamos de nuestras lágrimas rocíos de felicidad y compresión como un tributo para que los aquí quedamos continuemos siendo su familia de amor, afecto y de amistad perpetua.

Se ha ido al cielo, Martha Olga García, a buscar y procurar que su morada interior se haga un Universo etéreo con pétalos de rosas color té; para iniciar su viaje a la eternidad, y desde allá acunar nuestros sueños con sus oraciones matinales. Martha tenía la absoluta creencia que, el eje mismo de la creación –como obra del Orden Infinito que somos- es evolución, transformación y energía. Siempre me decía: «Esos son temas muy profundos (procurar entender el misterio de Todo- que, solo Dios conoce. Mi fe es inquebrantable. Y tengo la certeza de su bondad. »

Sé que Martha Olga me hubiera dicho: «No quiero que en mi funeral se vaya a leer mi currículo vitae. Sólo deseo por demás que, si alguien va a hablar de mí: lo haga con sinceridad, desde el corazón con palabras lindas, por lo menos.»

… Y es, lo que a conciencia expreso aquí ahora, ante ti, amada Martha Olga García. Construyo, desde la intimidad de este momento solemne, mi despedida para ti con devoción, para confesarte lo mucho que te queremos, que es lo que sé deseas escuchar al oído ahora que duermes, y que el mundo te es ajeno, porque, aunque tu cuerpo esté inmóvil, tu alma ya tiene la sensación de plenitud alcanzada. Se va tu alma junto a ti satisfecha, sin carencias ¿hacia dónde? – A ver, a contemplar la Faz de Cristo, a nacer de nuevo en cada rayo del sol, en cada gota de rocío, en cada brisa suave, en cada flor de multicolores que nos ofrece la creación de la Naturaleza para que nos regocijemos juntos en su autográfico que plasma en las rocas, en el mar, en la tierra, en el cielo, en el vientre materno que engendra vida. 

Aun cuando tus ojos se han cerrado, Martha Olga, ellos serán recordados (por siempre) con la destellante luz que transmitían. Hoy te miran los ojos de tus deudos, pero aun cuando estemos atribulados, te besamos los párpados con reverencia.

Descansa en paz, amada Martha Olga; ve y busca la bienaventuranza de la gracia de tu madre, la Virgen María. Ve a ella; pídele que te extienda su mano, que te acoja en su santo seno.

Descansa en paz, querida Martha Olga, haz de la eternidad tu nueva morada; agrádale al Creador con tus dones; ruégale por nosotros para que comprendamos que todo es efímero, hasta la vida misma. Pídele que continúe colmándonos de amor.

Descansa en paz, adorara Martha Olga. Ya has alcanzado la trascendencia; y tienes la visión anhelada de que se nace de nuevo al morir, porque no hay vacío ni vértigo cuando llegamos a la morada interior de la Majestad Divina.

Hasta luego, Martha Olga… 


Siempre, tu hija en afecto, Ylonka.

CEMENTERIO «PUERTA DEL CIELO»
Jueves 16 de diciembre de 2021
Santo Domingo, República Dominicana


NOTAS
«Panegírico» leído por la intelectual dominicana Ylonka Nacidit-Perdomo en el sepelio de la Dra. Martha Olga García (1040-2021), Ex Jueza de la Suprema Corte de Justicia, fundadora y primera directora de la Dirección General de Promoción de la Mujer (DGPM, hoy Ministerio de la Mujer), en 1982.
Las fotografías inéditas (en sepia) que acompañan esta colaboración pertenecen al archivo de MOGS. 



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